Todos y cada uno de los vinos y destilados de frutas que se han elaborado hasta ahora con la levadura de vino 1895C destacan por un aroma varietal que les ha permitido posicionarse en primer lugar en todos los premios del sector.

Esta levadura también convence por sus excelentes características de fermentación. Así, incluso en mostos de alta densidad, no quedan azúcares residuales, ya que esta levadura, en comparación con las levaduras de vino convencionales, puede fermentar hasta el final incluso vinos con una alta proporción de glucosa y fructosa ( < 0.1 ). También puede utilizarse para evitar interrupciones en la fermentación debidas a un desequilibrio de la glucosa y la fructosa o a solucionarlas si éstas ya se han producido.

Esta levadura produce solo una tercera parte de biomasa de la que producen las levaduras convenciones y garantiza un proceso de fermentación uniforme evitando la formación de espuma. Resulta especialmente indicada para la fermentación de cualquier variedad de uva blanca o negra, así como para la elaboración de vinos espumosos y destilados de frutas.

La formación de ácidos acéticos resulta muy moderada incluso en vinos con un alto contenido en alcohol ( < 0.5 g/l ). La formación de H₂S o SO₂ prácticamente queda descartada si la fermentación se produce bajo las condiciones óptimas ( < 10 mg/l ).

Debido a la necesidad moderada de aportación de nutrientes de la levadura 1895C, en la mayoría de los casos puede prescindirse del uso de nutrientes para levaduras.